A veces esto de cambiar de vida se parece un poco a huir, y esta necesidad urgente de volar se parece un poco a tener miedo, a veces mi deseo de guardar silencio se parece a renunciar, a veces no estoy seguro de que entiendas, yo mismo a veces no lo hago.
Creo que toda mi vida soñe con volar, pasé años (posiblemente meses) orando todas las noches para obtener un par de alas, pero nunca las obtuve. Obtuve otra cosa, la oportunidad de irme, de estar lejos de esta ciudad, de destruir mi vida y obligarme a regresar como un reo. Los últimos tres años de mi vida no han sido malos, pero no han sido buenos, no he tenido esa sensación que tenía a veces de que era posible ser feliz, ahora tengo que contentarme con tener días decentes, con obtener pequeñas victorias que realmente no significan nada, y con huir porque tengo miedo. No siempre es malo, lo acepto, en ocasiones incluso puede ser bueno, pero cuando es malo se empecina es destruirme, en humillarme, en asegurarse de que me sienta como una mierda por un par de días, semanas o meses.
Y quiero cambiar de vida, y por eso he hecho pequeños cambios, pero no dejo de pensar en lo que dejo atras, en las personas que he querido, o que he creido querer y pienso que tal vez me quisieron y que tal vez les hago falta, y me importa aunque no lo demuestre.
La verdad es que no quiero buscarte, y he aceptado que si te vuelvo a ver alguna vez por casualidad, existe la posibilidad de que no me recuerdes o, peor aún, que sí lo hagas. Y quiero que sepas que si te herí, soy consciente de ello, y que tal vez me hayas perdonado, pero yo no me he perdonado a mí mismo.