Eligiendo a cual puerto enfilaré mi navio, consciente de que el mar es una amante caprichosa, eligiendo a mis compañeros de viaje, guardando mis tesoros en mi equipaje, sin prisa pero sin tardanza. Mi brujula y mis armas estan listas, que vengan los ciclopes y los ciclones, el viaje empieza ahora, y terminará cuando lo haga el camino.
sábado, 14 de febrero de 2015
Algo anotado al despertar
Las colas de los mandriles
siempre me han recordado a Dios
Así, con mayúsculas
y omnipotencia.
Por eso visito las iglesias
con la intensa alegría infantil
que solían despertarme los zoológicos.
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