Como
un juguete sin baterias yace la mole que fui
Quiero
recordar mi nombre y escucho alas batirse
El
tiempo, cangrejo magenta, avanza insidiosamente
Es
imposible cualquier movimiento distinto al olvido.
Ser
devorado se siente como un masaje,
El
sol cenital me hace anhelar la ceguera
Pero
ninguno reclama los dos globulos blancos
Que supuse eran un premio por duplicado para los carroñeros.
Espero.
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