He mirado atras a menudo en los últimos dias, no porque añore el pasado sino porque me cuesta reconocer a quien soy hoy en el sujeto que era hace 5 años, 10 años o 15 meses.
No recuerdo quien escribió: " ¿qué tienen en comun el niño de 5 años cuyo retrato tiene tu padre colgado sobre la chimenea, y el hombre que ves al espejo? Nada, y sin embargo son la misma persona." Esa es la sensacion que siento cuando miro mi pasado, esa era otra persona, no es que no sienta que esa otra persona era encantadora o que no la quiera como si fuera familia mia, pero no soy yo.
Hace cuatro años, de manera muy sutil y muy poco dramatica salí del closet; todo el que importaba lo supo, incluso se lo dije a una mujer que me gustaba entonces ( si tuviera que adivinar qué fue lo que la hizo desistir de salir conmigo, diría que fue eso), en un momento incluso sentí que estaba forzando a la gente a darse cuenta de que yo había salido del closet, y que a ellos no les importaba en lo más minimo ( suerte tal vez o quizas, como me dijo un chico que me invitó a salir, que soy un poco ambiguo. En cualquier caso, supongo que se dijeron: ¿Y qué?). Creo que no ha sido un secreto para nadie desde entonces que no soy tu tipico chico heterosexual, y aunque he tenido algunas experiencias raras como que mi tia, con la que vivia entonces, quisiera presentarme al hijo de una amiga suya porque haríamos una linda pareja; se han producido algunos chismes que se ha inventado la gente, y he vivido las repercusiones esperables de ser sincero sobre el tema con las personas que me rodean; no ha sido tan terrible como esperaba.
Y digo lo de mi salida del closet porque aunque ha sido una experiencia positiva, agradable la mayor parte del tiempo ( sobre todo porque me encanta hablar del tema de genero, la sexualidad, etc, y me encanta usarme como ejemplo), no fue algo facil de aceptar para mí. Fue un proceso largo, como un parto de mí mismo. Y digo, el 28 de mayo de 2005, yo no tenía ni idea de que un año despues no sólo habría salido del closet, sino que ni siquiera sospechaba que yo estaba dentro del susodicho mueble. Lo más dificil no fue mirarme al espejo y darme cuenta de la persona que en realidad era, sino ver las estelas que esa persona que soy había ido dejando en el camino. Y aprender a verlas no como sucesos que son normales en la vida de los hombres, sino como la manera de vivir un cuerpo que deseaba fuera mio.
Porque si había besado un chico (lo que muchos niños hicieron) o si disfrutaba de observar el cuerpo asexuado, pero curvilineo, de barbie, o si a menudo me imaginaba tener senos; no era por descubrir mi cuerpo, mis limites sensuales, yo no soñe como sueñan muchos hombres con ser una mujer por un dia para pasarme todo el día viendome al espejo y masturbandome ( además probablemente grabandolo, porque en el porno hay buena plata), sino por simular vivir ese otro cuerpo que nunca tuve, yo no queria ser mujer para verme al espejo ( aunque lo haría) sino por ser mujer.
Tal vez la mujer que llevo en mi cabeza, mi yo femenino, la contraparte de lo masculino que hay en mi, no sea una mujer de verdad, pero yo nunca fui un hombre de verdad. Prefiero la palabra que usó el chico de la cita para describirme, ambiguo. En muchos casos, incluso he permitido que me consideren gay, es más sencillo, y es que juro que pasé clases enteras pensando en besar al profesor, en particular a dos; y que tambien me desvelé intentando pintar a mujeres a las que fotografiaba porque me obsesionaban. No sé siquiera que considerarme, pero sé que voy a seguir dejando huellas en mi vida, y seguiré mirandolas como haría un detective experto, intentando encontrar un patron que me defina quien soy. Y espero que mis huellas, las estelas de mi viaje, los mapas que realizo, le permitan a otra gente empezar a encontrarse, o perderse un poco si es necesario.
1 comentario:
A mí ME ENCANTA mirar atrás. No porque me haya quedado en el pasado sino porque me encanta ver el progreso y los logros obtenidos.
Qué bacano que ya seas libre.
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