Me pregunto si estarás allí
cuando muera. Tú sabes, en esa rapida sucesion de imagenes que será mi
vida al pasar frente a mis ojos. Me pregunto si sería el mismo de no
haberte conocido; si tendría ahora un trabajo, una novia, y un pedazo de
algo en el lugar de mí donde guardo tu ausencia.Si estuvieras ahora
disponible para charlar ¿querriamos hacerlo? o ¿nos haríamos preguntas
sin esperar no dar respuestas?.Quizás me preguntarías ¿ por qué me
olvidaste?Yo querrìa saber ¿por qué te fuiste?¿Por qué nunca me
buscaste? dirias bajando la mirada.¿Por qué no dejaste uno de tus lentes
bajo mi puerta? Diría con los ojos aguados.¿Acaso llené con mas muertes
y fantasmas la ciudad en que soñaste ser feliz? podrías continuar.¿No
podías esperarme un tiempo para ser dos en la ciudad inmovil?
Respondería, claramente a punto de llorar.¿Ser dos para siempre o sólo
por un rato?
Ser dos para siempre, por un rato, mientras dure la vida, mientras aceche la muerte, mientras siga disgustandote tu cuello, mientras siga molestandome el perfume y mis piernas, mientras siga disfrutando de peliculas absurdas que solo veía para estar a tu lado, para oler tu olor de mujer, para sentirme rey de un mundo imaginario que creé solo para regalartelo. Es duro aceptar que decir adios es parte de la vida, nunca me ha gustado decir adios, solo hola, y no quería decirte adios entonces, no quiero decirte adios ahora, a pesar de los años, a pesar de los nuevos rostros, de los nuevos horizontes posibles. Pero hoy te despido, estuve pensando y sé que la mujer que conocí murió hace tiempo, y que la mujer que eres ahora es feliz, mucho más feliz de lo que jamás hubiera sido de haberse quedado jugando conmigo. Y eso es todo. Adiós y hasta siempre mi querida Katy.
Ser dos para siempre, por un rato, mientras dure la vida, mientras aceche la muerte, mientras siga disgustandote tu cuello, mientras siga molestandome el perfume y mis piernas, mientras siga disfrutando de peliculas absurdas que solo veía para estar a tu lado, para oler tu olor de mujer, para sentirme rey de un mundo imaginario que creé solo para regalartelo. Es duro aceptar que decir adios es parte de la vida, nunca me ha gustado decir adios, solo hola, y no quería decirte adios entonces, no quiero decirte adios ahora, a pesar de los años, a pesar de los nuevos rostros, de los nuevos horizontes posibles. Pero hoy te despido, estuve pensando y sé que la mujer que conocí murió hace tiempo, y que la mujer que eres ahora es feliz, mucho más feliz de lo que jamás hubiera sido de haberse quedado jugando conmigo. Y eso es todo. Adiós y hasta siempre mi querida Katy.